El capital rumbo al mar
Está por iniciar una nueva era minera en el mundo. La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos aprobó el proyecto de reglamento sobre explotación de recursos minerales en zonas marítimas, por lo que muy pronto comenzará un acontecimiento inédito: el capital rumbo al mar, es decir, la explotación con fines comerciales de los minerales que se encuentran en los fondos de los mares y océanos. Esto no es algo menor, la riqueza minera calculada en estos espacios es inmensa; y dicha autorización ocurre en el contexto de la intensificación de la demanda mundial de minerales.
Al respecto, el Banco Mundial señala que “la producción de minerales como el grafito, el litio y el cobalto podría experimentar un aumento de casi 500% de aquí a 2050 para satisfacer la creciente demanda de tecnologías de energía limpia”. Frente a este escenario, la explotación minera en los fondos marinos y oceánicos con fines comerciales es vista como una salida ante la creciente demanda. Sin embargo, estos espacios, que no habían sigo incorporados a la lógica de acumulación capitalista, se someterán a su “racionalidad”, y con ello viviremos las consecuencias e impactos que sin lugar a dudas traerán la explotación comercial de los minerales marinos; el reparto de océanos para la explotación, con sus subsecuentes contratos y posterior explotación, así como el peligro para la vida marina por la depredación y contaminación que el capital conlleva en cada uno de sus procesos frente a la naturaleza.